En aquella oportunidad, Bonafini declaró a la prensa que como los baños de la catedral estaban cerrados "tuvimos que improvisar uno, detrás del altar".
No fue la primera vez que las Madres de la Plaza de Mayo tomaron la Catedral. Ya lo habían hecho en junio de 2002, cuando ingresaron a protestar "por los chicos argentinos con hambre".
En junio de 2007, Hebe de Bonafini criticó con dureza al entonces Cardenal Bergoglio y lo vinculó con la última dictadura militar de Argentina.
En mayo de 2015 puso varias condiciones para aceptar las invitaciones del Papa para recibirla en el Vaticano, como que aceptara, según ella, que la Iglesia "tuvo mucha participación en la represión" en la dictadura militar.