7 de octubre de 2016 / 08:08 AM
Durante la Audiencia del Papa Francisco con los participantes del Capítulo General de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, el Pontífice destacó la alegría como la principal característica del misionero. Que "la alegría del Evangelio brille en primer lugar en vuestras caras, que os haga testigos alegres", pidió.
Francisco recibió en la Sala Clementina a los participantes del Capítulo General, que se reúne en Roma con motivo del bicentenario de la fundación de su congregación por parte de San Eugenio de Mazenod, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico. Allí recordó cómo en el inicio de la historia de los Misioneros Oblatos, que se remonta al 25 de enero de 1816, "vuestra congregación se esforzó en avivar la fe que la revolución francesa estaba apagando en el corazón de los pobres de la campiña de la Provenza".
Destacó la "feliz y providencial coincidencia" de la celebración del jubileo de los Misioneros Oblatos con el Jubileo de la Misericordia. "En efecto, los Oblatos de María Inmaculada nacieron de una experiencia de la misericordia vivida por el joven Eugenio un Viernes Santo delante de Jesús crucificado. La misericordia debe ser siempre el corazón de vuestra misión, de vuestro empeño evangelizador en el mundo de hoy".