A través de su cuenta de Twitter, el Papa Francisco recordó este 31 julio la fiesta de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, y envió un mensaje especial.
"San Ignacio de Loyola, que hoy recordamos, cuando era un joven soldado pensaba en su propia gloria; pero luego fue atraído por la gloria de Dios, que dio sentido a su vida", expresó sobre el fundador de la congregación en la que el Pontífice se formó como sacerdote.
San Ignacio de Loyola, que hoy recordamos, cuando era un joven soldado pensaba en su propia gloria; pero luego fue atraído por la gloria de Dios, que dio sentido a su vida.
- Papa Francisco (@Pontifex_es) 31 de julio de 2019
Con ocasión de esta importante festividad para los jesuitas, el Papa Francisco hizo recientemente una visita privada a la Curia General de la Compañía de Jesús.
La visita se realizó el domingo 7 de julio. El Santo Padre llegó por sorpresa y compartió un almuerzo con la comunidad, encabezada por el Prepósito General, P. Arturo Sosa.
El entonces director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, recordó que desde que Jorge Mario Bergoglio fue elegido pontífice, cada año en las cercanías de esta festividad hace una visita privada "a los hermanos jesuitas en la Curia General".
El director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, señaló que en la Misa que celebrada en la Iglesia del Gesú de Roma el 3 de enero, en la que participaron miembros de la Compañía de Jesús (jesuitas), entre ellos su Prepósito General, Padre Adolfo Nicolás, el Papa Francisco les manifestó “su profunda fraternidad espiritual".“La Misa se celebró en un ambiente muy sereno, tranquilo y alegre. Hay que pensar que es la fiesta del Nombre de Jesús, es decir la fiesta ‘titular’ de la Compañía, dedicada precisamente al Nombre de Jesús, y fue muy lindo poderla vivir junto con el Santo Padre, en particular en esta ocasión, pocos días después de la canonización de San Pedro Fabro, que es el primer compañero de San Ignacio”.El P. Lombardo indicó que esto “nos ayudó a revivir la inspiración original de la Compañía de Jesús, su dedicación al apostolado, un apostolado profundamente motivado por el amor personal de Cristo”.“El espíritu de San Pedro Fabro es de cultivar el verdadero gran anhelo de dar a conocer no sólo el Nombre de Jesús, sino el amor de Dios hacia todos, aun en situaciones difíciles, como aquella en la que él obraba, en el tiempo de la división entre los cristianos”.“Por lo tanto, con un sentido de reconciliación, de dulzura: un rasgo muy característico de la personalidad de este santo, que no hizo cosas grandes desde un punto de vista exterior, pero sí grandes cosas desde un punto de vista espiritual, en los corazones, para dar a conocer el amor de Dios y reconciliar a las personas divididas precisamente por este amor”.El portavoz vaticano indicó que el dinamismo característico de la espiritualidad de la Compañía de Jesús es “buscar y encontrar al Señor y su voluntad, no para detenerse, sino para seguir buscándola aún más”.“Una vez que se ha encontrado al Señor, el Señor te sorprende y te llama incluso más allá, de donde hayas llegado. Así es, este Dios rico de sorpresas, de las que el Papa habla a menudo, es verdaderamente un conocimiento de Dios, que es muy característico de una espiritualidad dinámica, de camino, como la de la Compañía de Jesús y también de Pedro Fabro, que era, de hecho, un peregrino del servicio del Señor, en la Europa de su tiempo”.“Ya sabemos que es característico del Papa tener esta atención y paciencia, incluso de saludar a todos, uno por uno. Había tantos hermanos, sus hermanos, reunidos en esta hermosa ocasión: quiso saludarlos a todos y manifestar su profunda fraternidad espiritual”, concluyó.
"En un clima hogareño de alegría, amenidad y sencillez", el Papa Francisco celebró ayer la festividad de San Ignacio de Loyola con un almuerzo junto a la curia generalicia de la Compañía de Jesús, en Roma (Italia), informó Radio Vaticana.
Este sábado se cumplen 50 años de la profesión solemne religiosa de Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco, que ingresó a la Compañía de Jesús el 11 de marzo de 1958 y profesó el 22 de abril de 1973, en una fecha muy especial para los jesuitas.
