Además, en 2017 el Papa Francisco recordó a San Ignacio de Loyola e invitó a dejar "que el Señor Jesús nos conquiste y, guiados por Él, pongámonos al servicio del prójimo".
En el primer año de su Pontificado, el Santo Padre presidió una Misa el 31 de julio de 2013 en la iglesia romana del Gesù junto a más de doscientos jesuitas. En su homilía, el Papa propuso reflexionar sobre tres conceptos: poner al centro a Cristo y a la Iglesia; dejarse conquistar por Él para servir y sentir la vergüenza de nuestros límites y pecados para ser humildes ante él y ante los hermanos.
"El lema de nosotros, los jesuitas, 'Iesus Hominum Salvator' nos recuerda constantemente una realidad que nunca debemos olvidar: la centralidad de Cristo para cada uno de nosotros y para toda la Compañía que precisamente San Ignacio quiso que se llamase 'de Jesús' para indicar el punto de referencia", destacó entonces el Santo Padre.
"Ser hombres radicados y fundados en la Iglesia: así nos quiere Jesús. No puede haber caminos paralelos o aislados. Sí, caminos de búsqueda, caminos creativos, sí, es importante; ir hacia las periferias... pero siempre en comunidad con la Iglesia, con esta pertenencia que nos da el valor para ir hacia adelante", señaló entonces el Papa.