En nombre de los obispos de Estados Unidos, Mons. Mario E. Dorsonville, presidente del Comité de Migración, instó al Congreso a legislar en favor de quienes serán afectados por el reciente fallo judicial que declaró ilegal el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
En su resolución del pasado 16 de julio, el juez federal en Texas, Andrew Hanen, también prohibió conceder nuevos permisos bajo este marco. No obstante, no canceló de inmediato los permisos actuales para los aproximadamente 650 mil beneficiarios activos de DACA.
DACA es un programa creado por la Administración Obama en 2012 para permitir a algunos inmigrantes que llegaron ilegalmente siendo niños a Estados Unidos, que se posponga su deportación y que tengan un permiso de trabajo. Los que se acogen al mismo, conocidos como dreamers (soñadores), deben renovar este estatus cada dos años.