La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) cerró hoy su 105 Asamblea Plenaria con un mensaje a los fieles con ocasión de la próxima beatificación del Padre José Gabriel del Rosario Brochero, conocido como el "Cura Brochero", prevista para el 14 de setiembre.

En su mensaje, el centenar de Obispos argentinos, reunidos en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera del Pilar califican de "una gracia" y "un regalo de la providencia, en el marco del Año de la Fe, la próxima beatificación del "Cura Brochero".

Los Prelados calificaron al próximo beato como "un verdadero Pastor con olor a oveja, al decir del Papa Francisco".

Los Obispos recordaron además que en Argentina "tuvimos la gracia de la beatificación de la Hna. María Crescencia Pérez, religiosa argentina, y el gozo de que un hermano nuestro fuera elegido por Dios como Obispo de Roma y Pastor Universal".

En su mensaje, la CEA describió al "Cura Brochero", nacido en 1840 y formado en el Seminario de Córdoba, como un "pastor dotado de gran espíritu de sacrificio y extraordinaria caridad pastoral y social".

El sacerdote, recordaron, "sirvió a la gente más pobre del campo, compartió su vida y promovió en ella la elevación humana y religiosa, especialmente a través de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola".

"La devoción del cura Brochero a la Virgen María, con el profundo y cálido título de 'Mi Purísima', nos abre a su amor hondo y concreto, muy atento a las necesidades de cada persona", indicaron.

El P. Brocheron, señalaron los Obispos, "hizo lo que Jesús dijo: ayudó a todos sus contemporáneos a escuchar esa misma voz que abre las cataratas del amor de Dios y que se vuelca en el amor concreto al hermano: abrió escuelas, fue pionero en abrir un colegio para niñas, proyectó el ferrocarril, y entre todos hicieron caminos, acequias, diques, telégrafos, y la misma Casa de Ejercicios".

"Durante su breve período en la ciudad de Córdoba, nombrado capellán de la cárcel, veló con amor de padre por las necesidades físicas y espirituales de sus hermanos privados de libertad", señalaron.

Los Prelados argentinos añadieron que el próximo beato "no fue un cristiano triste", pues "sabía de la alegría que da Jesús y la quería contagiar".

"Al visitar a la gente en sus casas, les decía: 'Aquí vengo a darles música'. La música de saberse amados por Dios", dijeron.

El Padre Brochero, dijeron los Obispos, "nos anima, como bautizados, a salir a las fronteras", citando al Papa Francisco, "de tal manera que la unción llegue a todos, también a las 'periferias', allí donde nuestro pueblo fiel más lo espera y valora".

"Por eso, los obispos argentinos expresamos nuestro gozo y gratitud por el don de la vida sacerdotal del Padre Brochero, modelo e intercesor, que reconocemos como una gracia singular para la Iglesia en nuestra Patria", señalaron.

Esta beatificación, indicaron, "es una nueva llamada de Dios para responder a la vocación a la santidad que todos recibimos en el bautismo".

"Queridos hermanos, los tiempos nos urgen, para que siguiendo el ejemplo de los santos, experimentemos la dulce y confortadora alegría de evangelizar", concluyeron los Obispos en su mensaje.