"Cuando la olla no está hirviendo, las moscas se acercan. ¿Qué es lo peor que nos puede ocurrir? La tibieza. Es tremendo que un predicador derrame agua fría en los corazones que están ardientes", explicó el Obispo de Orihuela-Alicante.
5.- "Los acahques son el vino bueno" del Señor
En quinto lugar, Mons. Munilla dijo que "en todo entender hay una oportunidad para la santificación en nuestra vida, en todo, incluso en la falta de salud, hasta eso forma parte de la providencia para tu santificación y para la salvación de las almas".
Sobres esta cuestión San Juan de Ávila decía que "los achaques son el vino bueno que el Señor guardaba al final para sus amigos", a lo que el Prelado añade, dirigiéndose a los presbíteros: "Tú, ahora, purifica tu alma con esos achaques y ofrécelo para la salvación de las almas que lo único importante es que todo nuestro corazón, todo él, sea para Dios. Sea una ofrenda plena".
6. Un corazón abierto a Dios
La última de sus "perlas preciosas" sobre el sacerdocio recogidas por Mons. Munilla de la enseñanza de San Juan de Ávila es "que no haya un rincón del corazón que no haya abierto a Dios. Que yo me abra plenamente a la santificación y conversión, que no haya una puerta cerrada o un cuarto oscuro donde yo no permito a Dios entrar y hacer luz".
"Os pido que oréis por los pastores. Que tengamos ese don, ese regalo tan grande de tener pastores conformes al corazón de Cristo", concluyó.