El Presidente de la Comisión Episcopal Pastoral para la Juventud de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Mons. Eduardo Pinheiro da Silva, exhortó a los sacerdotes a llevar a los jóvenes la experiencia del amor maternal de María.

"María apareció a los pastorcitos en Fátima, y la devoción  a la Auxiliadora fue propagada por Don Bosco para que los niños y los jóvenes, principalmente los abandonados, sintiesen la experiencia primordial de ser amados por una Madre que jamás los dejaría".

"Cuántos adolescentes y jóvenes de nuestra sociedad e Iglesia sufren una carencia afectiva (…). La dimensión materna en nuestras relaciones es primordial para la formación integral de estos pequeños. No basta amar a los jóvenes, es preciso que ellos perciban que son amados", expresó en la carta dirigida a los sacerdotes brasileños.

Por eso, indicó, el mes de mayo, que es el mes de la Madre, es también el mes de los hijos. "El corazón de la Madre es moldeado cuidadosamente según los trazos del corazón de Dios. ¿Quieren saber quién es Dios y lo que Él hace? ¿Lo que hace, lo que piensa, lo que espera? Observe, entonces, a una madre que se deja inundar por su vida de fe, de oración, de servicio, de silencio, de fidelidad, de presencia, de lucha, de perseverancia, de resistencia", señaló.

En ese sentido, afirmó que la Iglesia ayuda a vivir esta imprescindible maternidad en tiempos de grandes cambios. Por ello, exhortó a los párrocos y "demás amantes de la causa juvenil", dejar que el Espíritu Santo los guíe para que a ejemplo de María sus vidas sean un testimonio alegre de entrega a Dios y servicio a los hermanos.

"Ustedes no se imaginan el impacto y la fuerza que las pequeñas cosas y gestos realizan cotidianamente en la vida de los jóvenes que los rodean", afirmó.