El Papa Francisco presidió en el domingo del Buen Pastor el Regina Coeli e invitó a los fieles a no dejarse engañar por el demonio, pues "nuestra vida ha sido salvada de la perdición".
"Nuestra vida está plenamente segura en manos de Jesús y del Padre, que son una sola cosa: un único amor, una única misericordia, revelados una vez para siempre en el sacrificio de la cruz", explicó el Papa.
El Papa resumió la parábola de la oveja perdida con la explicación de que "ninguno puede llamarse seguidor de Jesús si no escucha su voz".