Algunos de los asesinatos
Según informó el Centro Católico Multimedial de México (CCM), en junio de 2012, fue asesinado el P. Víctor Manuel Diosdado Ríos, de la Diócesis de Apatzingán, debido a que "su trabajo pastoral incomodó a varios criminales".
En el 2013, perecieron cuatro sacerdotes, entre los cuales figuraba el P. Joel Román Salazar, de la Diócesis de Ciudad Altamirano, quien fue "despeñado en su automóvil con premeditación, alevosía y ventaja".
En septiembre de 2016 murieron en Veracruz los presbíteros Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz. En ese mes también fue secuestra y asesinado en Michoacán el P. José Alfredo López Guillén.
Uno de los casos más destacados del 2017 fue la muerte del P. José Miguel Machorro, que fue apuñalado al final de una Misa en la Catedral Metropolitana de México el 15 de mayo y falleció el 3 de agosto a causa de las heridas.
En febrero de este año, el P. Germaín Muñiz García y el P. Iván Añorve Jiménez fueron acribillados en una carretera.
En este mes de abril, el día 18 el P. Rubén Alcántara Díaz, vicario judicial de la Diócesis de Izcalli, fue asesinado dentro de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen.
Dos días después, unos desconocidos mataron a balazos al P. Juan Miguel Contreras, que estaba en el interior de la iglesia de San Pío de Pietrelcina, en Guadalajara.
El P. Moisés Fabila Reyes es el sacerdote número 24 de esta lista de muertes de sacerdotes en manos del crimen organizado en México.