El Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gómez, aseguró que los cristianos “no podemos olvidar las enseñanzas de la Iglesia y las demandas de la ley de Dios cuando estamos comprometidos en nuestra vida pública”.

En este año, señaló el Arzobispo, en el que se realizarán las elecciones presidenciales en Estados Unidos, lo más difícil “es mantener la fe y la política recta”. Por ello, Mons. Gómez subrayó que “Jesús nos llama a la unidad de vida. Una fe que abarca toda la vida”.

El Prelado recordó la historia en el Evangelio de cómo los líderes religiosos de su época intentan ponerle una trampa al preguntarle si era correcto pagar impuestos al gobierno.

“Este pasaje del Evangelio puede ser malinterpretado. Algunas veces escuchamos a la gente discutir que Jesús está llamando aquí a una estricta separación de nuestra fe –la que debemos a Dios- de nuestra política, la que debemos al ‘César’”, advirtió.

El Arzobispo de Los Ángeles indicó que la moneda que estos líderes religiosos muestran a Jesús llevaba efectivamente la imagen del César, “pero recordemos que cada uno de nosotros llevamos la imagen de Dios. Cada uno de nosotros está hecho a imagen y semejanza de Dios”.

“Eso significa que nosotros le debemos a Dios todo en nuestras vidas: nuestros corazones y mentes, toda nuestra alma y nuestra fuerza”, señaló.
Mons. Gómez remarcó que ninguna parte de la vida del hombre le es ajena a Dios, y “eso significa que nuestra fe en Jesús debe dar forma a la manera en que vivimos y trabajamos. Al mismo tiempo se debe dar forma a las decisiones que tomamos en la vida pública, por quién votamos y las políticas que apoyamos”.

Si bien reconoció que los cristianos le debemos a nuestra sociedad y al gobierno nuestro respeto y cooperación, así como la obediencia a toda ley justa y el trabajo por el bien común de la sociedad, “le debemos a Dios el deber de nuestra fe sincera y verdadera”.

“Cuando las realidades políticas nos fuerzan a elegir, la elección es clara. Como los apóstoles acostumbraban decir: ‘Nosotros debemos obedecer a Dios antes que a los hombres’”, indicó.

Mons. Gómez también recordó que hay cosas no “negociables” de la enseñanza social católica, cuando se trata de “algunas leyes y tendencias en nuestra sociedad que violan las leyes de Dios y los derechos naturales así como la dignidad de la persona humana”.

“El aborto y la eutanasia nunca se les permiten porque implican directamente la destrucción de una inocente vida humana. Tampoco hay una negociación de la definición dada por Dios del matrimonio y la familia basada en la unión permanente y exclusiva entre un hombre y una mujer”, subrayó.

Sin embargo, reconoció que en la mayoría de los grandes problemas de la actualidad, como impuestos, inmigración, entre otros, los católicos fieles pueden tener legítimas diferencias de opinión.

“Lo importante es que siempre estemos tratando de pensar y actuar con la mente de Cristo y la mente de la Iglesia”, dijo.

Mons. Gómez afirmó que los cristianos “tenemos que asegurarnos de que nuestra participación y nuestra contribución siempre reflejen los valores morales y religiosos que encontramos en las Escrituras y en las enseñanzas de nuestra Iglesia”.

“Así que al entrar en la recta final de lo que ha sido una campaña electoral intensa, tenemos que orar unos por otros y por nuestro país. Nosotros damos a nuestro país lo mejor como ciudadanos cuando tratamos de ser totalmente fieles a las enseñanzas de Cristo y su Iglesia”, aseguró.