Ese día también se reunió con los sacerdotes, religiosos y religiosas de México. El 28 de enero viajó al estado de Puebla
En su homilía destacó la defensa de la familia y señaló que "contra estos males, la Iglesia se compromete a dar su ayuda e invita a los Gobiernos para que pongan como punto clave de su acción: una política socio familiar inteligente, audaz, perseverante, reconociendo que ahí se encuentra sin duda el porvenir, la esperanza, del continente".
Después volvió a la Ciudad de México, donde visitó el Hospital Infantil. Posteriormente partió al estado de Oaxaca, donde celebró la Misa en la Catedral, se encontró con indígenas y campesinos.
El 30 de enero viajó a Guadalajara, donde visitó el barrio pobre de Santa Cecilia, el Seminario Mayor, se encontró con las religiosas de clausura en la Catedral de Guadalajara y asistió al encuentro con los obreros en el Estadio de Jalisco. En este último dijo una frase memorable para los fieles: "Donde hay un mexicano ahí está la madre de Guadalupe".