12 de septiembre de 2014 / 02:53 AM
El Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Cardenal Leonardo Sandri, denunció el pasado 9 de septiembre los asesinatos y barbaries que ocurren en Siria e Irak, así como el intento por erradicar a los cristianos de Medio Oriente, sin embargo, recordó la "responsabilidad de educar a nuestros fieles para que no cedan a una visión del conflicto entre civilizaciones o religiones".
''Todavía en el siglo XXI, como si la historia no nos hubiera enseñado nada, somos testigos de barbaries y atrocidades que se ceban sobre todo en los más débiles: los ancianos, las mujeres y los niños. Entre mis preocupaciones por los miles de refugiados... tengo siempre presente a los obispos y sacerdotes que siguen en manos de los secuestradores en Siria, y no puedo olvidar a todos los periodistas que han sido brutalmente asesinados'', expresó el Purpurado ante el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.
En ese sentido, denunció que se vea amenazada la existencia de los cristianos en Medio Oriente. ''Si se ataca la base de estas iglesias, madres históricas de la misión evangelizadora, nosotros, como sus hijos, no podemos permanecer en silencio'', expresó.