El monje benedictino P. Antolín Pablos Villanueva fue perseguido por causa de su fe primero en México y después en su España natal, donde fue mártir, fusilado por odio a la fe. Antes de expirar, guardó su último aliento para gritar: "¡Viva Cristo Rey!".
Antolín fue el primero de los cuatro hijos de Juan y Antonia. Vino al mundo en la villa ducal de Lerma (Burgos, España), donde su padre ejercía de panadero.