Con motivo de la celebración patronal, el Arzobispo de Asunción en Paraguay, Mons. Edmundo Valenzuela, manifestó que María Santísima es "quien nos abre a la esperanza" y el Cántico del Magnificat "es especialmente intenso allí donde el cuerpo de Cristo sufre hoy la pasión. Donde está la cruz, para nosotros los cristianos hay esperanza, siempre".
"Si no hay esperanza no somos cristianos. Por eso nos repite el Papa: 'No se dejen robar la esperanza, porque esta fuerza es una gracia, un don de Dios que nos hace avanzar mirando al Cielo', manifestó el Prelado en su homilía el 15 de agosto.
"La importancia de la Asunción para nosotros, radica, entonces, en la triple relación con Dios, entre nosotros y con las cosas creadas, siempre cuidando el cuerpo y el alma, las cosas de Dios y las del mundo. Esto deriva de la fe en la Resurrección de Jesucristo".