Los católicos que visiten Qatar con motivo de la Copa del Mundo de 2022 podrían enfrentarse a algunas restricciones debido a que Qatar es una nación de mayoría musulmana, y ciertos comportamientos pueden considerarse una ofensa al islam.
El Código Penal de Qatar impone una serie de castigos a quienes de algún modo ofendan sus sentimientos religiosos.
Según indica la ley de este país, enfrentará una pena de hasta 7 años de cárcel aquella persona que "insulte al Ser Supremo en letra y espíritu, por escrito, dibujando, gesticulando o de cualquier otra forma".