Las víctimas vienen con mucho dolor en el corazón, pero poco a poco se les ayuda a recuperar la esperanza a través del trabajo pastoral y ahora son ellos los que están dando el primer paso para la reconciliación de Colombia, afirmó la hermana María Olit Rueda, de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
En diálogo con ACI Prensa en la sede del Centro Social Nazareth, en Bogotá, la religiosa relató el trabajo de la Iglesia en Colombia con las personas que fueron desarraigadas de sus hogares y que han perdido familiares debido a la violencia que golpeó y aún golpea Colombia, pues aún no se firma un Acuerdo de Paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la otra guerrilla.
Los desplazados constituyen "una de las realidades de Colombia. Es el dolor de las víctimas porque la gente que viene aquí, viene con muchos dolores en el corazón. Gente desarraigada, de familias desarraigadas", indicó la hermana María Olit, que destacó que desde el carisma de San Vicente de Paúl, las Hijas de la Caridad buscan atender a Cristo "en la persona del más necesitado".