Con una invitación a no seguir las modas del momento y a no vivir para uno mismo, el Papa Francisco concluyó la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos en la celebración de las segundas vísperas en la Solemnidad de la Conversión de San Pablo este miércoles 25 de enero.
"Es esta la revolución que Pablo vivió, y es también la revolución cristiana de todos los tiempos: no vivir para nosotros mismos, para nuestros intereses y beneficios personales, sino a imagen de Cristo, por él y según él, con su amor y en su amor", dijo el Santo Padre en la Basílica de San Pablo de Extramuros.
"Para la Iglesia, para cada confesión cristiana, es una invitación a no apoyarse en programas, cálculos y ventajas, a no depender de las oportunidades y de las modas del momento, sino a buscar el camino con la mirada siempre puesta en la cruz del Señor; allí está nuestro único programa de vida".