El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, explica que la fiesta de la Divina Misericordia que se celebra este domingo es "especialmente necesaria para un mundo afligido por tantas tensiones, guerra, persecuciones y venganzas": una muestra de que el amor de Jesús es paciente y "no se cansa de esperar".
Según explica Mons. Fernández en su carta pastoral semanal"este Año de la Misericordia podemos esperar que Jesús tenga gestos de cercanía con cada uno de nosotros, y también con aquellos que se resisten a creer".
Tomando el Evangelio en el que Jesucristo se aparece a Tomás para mostrarle sus llagas y el costado traspasado, el Obispo recuerda que el Señor "no le echa nada en cara a Tomás, simplemente se muestra de nuevo, una y otra vez, incansablemente".