La Iglesia Católica ha puesto en marcha un operativo de ayuda a 14.000 familias de etnia rohingya que han huido de Myanmar y se han instalado en diferentes campos de refugiados en la vecina Bangladesh como consecuencia de la fuerte represión que sufre esta minoría étnica y religiosa desde el pasado mes de agosto.
A pesar de su presencia en Myanmar desde hace siglos, los rohingya, una minoría de religión musulmana en un país mayoritariamente budista, las autoridades les privaron de su ciudadanía en 1982 al considerarlos inmigrantes ilegales.
Sin embargo, tras la ofensiva lanzada el pasado 25 de agosto por parte de guerrilleros rohingya contra puestos del Ejército y de la Policía, las autoridades de Myanmar emprendieron una represión contra esta minoría causando cerca de 1000 muertos y más de 400.000 refugiados que han huido a la vecina Bangladesh, de mayoría musulmana.