2 de marzo de 2015 / 10:33 AM
En la homilía de la Misa que presidió este lunes en la capilla de la Casa Santa Marta en donde reside, el Papa Francisco reflexionó sobre la costumbre que existe de juzgar o acusar a los otros olvidando el pecado personal.
El Pontífice destacó que "cuando uno aprende a acusarse a sí mismo es misericordioso con los demás: 'Pero, ¿quién soy yo para juzgarlo si yo soy capaz de hacer cosas peores?".
Esta pregunta responde a la propia exhortación de Jesús en el Sermón de la Montaña: El Papa Francisco pidió que en el tiempo de Cuaresma "el Señor nos dé la gracia de aprender a acusarnos", siendo conscientes de que somos capaces "de las cosas más malvadas" y decir: 'Ten piedad de mi, Señor, ayúdame a avergonzarme y dame misericordia, así podré tener misericordia con los demás".