6 de octubre de 2019 / 04:08 PM
Jifna es un pueblo palestino en Cisjordania, a solo ocho kilómetros al norte de Ramallah, la capital de facto de la Autoridad Nacional Palestina, y a 22 kilómetros al norte de Jerusalén. La aldea de dos mil habitantes es única gracias a la mayoría cristiana conservada durante casi 1.500 años, en una región donde los cristianos son una decreciente minoría.
En efecto, el monumento más famoso de Jifna no es una de las elaboradas mezquitas y minaretes que dominan el paisaje palestino, son las ruinas de la iglesia romana de St. George, construidas en el siglo sexto.
Jifna está en conflicto y esos desafíos son una justa representación de los complejos problemas que amenazan la supervivencia de las comunidades cristianas en Tierra Santa.