Cada 28 de junio, la Iglesia Católica celebra a San Ireneo, Padre de la Iglesia, obispo de la ciudad francesa de Lyon y una de las figuras más importantes de la Iglesia de los primeros siglos. Ireneo fue un autor prolífico y sus obras contribuyeron a forjar los cimientos de la teología cristiana en el esfuerzo por confrontar los errores originados por el gnosticismo del siglo II.
Ireneo fue discípulo de San Policarpo, quien a su vez fue discípulo del Apóstol San Juan.
Su escrito principal lleva el nombre de "Contra las herejías", texto que compila en 5 volúmenes las refutaciones a las doctrinas gnósticas aparecidas en los albores de la era cristiana.