"Jacques tenía 85 años cuando dos jóvenes, radicalizados por un discurso de odio, pensaron realizar un acto heroico pasando a la violencia homicida", y se entregó hasta dar la vida. Con estas palabras Roselyne comenzó el testimonio de Jacques Hamel, asesinado en Francia el pasado 26 de julio por dos yihadistas del autodenominado Estados Islámico, en una celebración presidida en Roma por el Papa Francisco.
El de Roselyne fue uno de los testimonios que se escuchó en la celebración presidida por el Papa en la Basílica de San Bartolomeo, en una pequeña isla situada en el centro de Roma, en el río Tíber.
La Iglesia está encomendada a la Comunidad de San Egidio y desde el Jubileo del año 2000 se encuentra dedicada a los "Nuevos Mártires" por expreso deseo de Juan Pablo II. La Iglesia cuenta con muchas reliquias de estos mártires, algunos de los cuales ya son beatos, santos o se encuentran en proceso.