3 de octubre de 2017 / 04:19 PM
En medio de la desolación y la destrucción que dejó el terremoto de 8,1 grados el 7 de septiembre en el sur de México, los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) visitaron el 2 de octubre algunos de los lugares más afectados para dar consuelo y esperanza a los damnificados.
En declaraciones a ACI Prensa, el asesor nacional de la Dimensión Episcopal Mexicana de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes (DEMPAJ), P. José de la Luz López, explicó que una de las zonas más dañadas es Oaxaca y por ello la Arquidiócesis no podía organizar la recepción que tenían programada de la Cruz Peregrina y el ícono mariano de la Salus Populis Romani.
Entonces la DEMPAJ decidió "hacer de todos modos una visita como un signo de solidaridad, como un signo de la presencia de Cristo a través de la cruz y también de la Santísima Virgen María con el ícono", expresó.