La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) reportó que muchas familias cristianas residentes en Tierra Santa sufren una aguda crisis laboral debido al cierre de fronteras y la cuarentena por el coronavirus COVID-19.
Debido a la pandemia del COVID-19 y las medidas de confinamiento o aislamiento social obligatorio decretado por países en todo el mundo, incluidos los que abarcan Tierra Santa, las familias cristianas que viven del turismo se han visto afectadas por la ausencia de peregrinos y por no poder salir a buscar nuevos empleos fuera del territorio.
"Sin peregrinos, no hay trabajo para nadie", lamenta el P. Ibrahim Faltas, uno de los responsables de las relaciones con la Autoridad Palestina y con Israel para la Custodia de Tierra Santa, señala ACN. "Esta carencia hará sufrir a muchos cristianos, sobre todo en Belén, dado que muchos trabajan en el turismo", agregó.