En 1961 y 1964 se encontró con el Santo Padre Pío de Pietrelcina, quien le dijo que sería sacerdote un día "y que Dios tenía planes fundacionales con él".
Volvió a los estudios para ser sacerdote y "terminado el tercer año de sus estudios teológicos en una sucursal jesuita de la Universidad Gregoriana de Roma se trasladó, ante la necesidad de tener un Obispo que lo ordenaría, al Seminario de Antananarivo, Madagascar, África, regido también por los Padres Jesuitas".
"Terminado su cuarto año de teología y a quince días de ser ordenado diácono, se enfermó gravemente de anquilostomiasis. Lo cual redujo su peso de 71 a 38 kilos. Habiendo los médicos declarados que le quedaba al máximo, una semana de vida, el sacerdote francés que le administraba los últimos sacramentos y que había sido antes un médico naturópata, lo llevó a su casa en donde se curó en tres meses con una mera dieta vegana y sin tomar fármaco alguno", explican las Comunicadoras Eucarísticas.