En la homilía que pronunció en el Parque Bicentenario de Quito, el Papa Francisco reflexionó sobre el desafío de anunciar el Evangelio en estas tierras y aseguró que para la Iglesia "nuestra revolución" es evangelizar, donarse y dar testimonio de Jesús.
"Donándose el hombre vuelve a encontrarse a sí mismo con su verdadera identidad de hijo de Dios, semejante al Padre y, como él, dador de vida, hermano de Jesús, del cual da testimonio. Eso es evangelizar, ésa es nuestra revolución –porque nuestra fe siempre es revolucionaria–, ése es nuestro más profundo y constante grito", aseguró el Pontífice.
El Papa se refirió a los 200 años del grito de la independencia de Ecuador y señaló que "nuestro grito, en este lugar que recuerda aquel primero de libertad, actualiza el de San Pablo: '¡Ay de mí si no evangelizo!'. Es tan urgente y apremiante como el de aquellos deseos de independencia. ¡Sean un testimonio de comunión fraterna que se vuelve resplandeciente!".