Un estudio del Departamento de Movilidad Humana del Arzobispado de Santiago de Chile llegó a la conclusión que la catequesis, el coro y la liturgia son los espacios donde los migrantes se vinculan más a una comunidad parroquial.
La consulta a las 212 parroquias de la arquidiócesis comenzó en abril de este año y tuvo como objetivo conocer la realidad del inmigrante, hacer un diagnóstico de la acogida en las comunidades y conocer la "riqueza de la comunidad local que los acogió y ayudó en la integración", expresó el P. Marcio Toniazzo, director de Movilidad Humana.
"El amor es creativo y eso es lo que mayoritariamente se expresa en esta encuesta, las iniciativas de las comunidades para que los migrantes puedan sentirse parte, integrarse en esas comunidades, en la sociedad y así también poder tener su vida aquí junto a sus familias", agregó.