"Es un ataque despiadado e injustificado contra todos nosotros en un momento en el que necesitamos unidad y sanación. Tengan por seguro que cada recurso disponible en el Estado de Louisiana será empleado para asegurarnos que los atacantes serán llevados ante la justicia", escribió el gobernador John Bel Edwards en un comunicado.
El tiroteo se produce algunos días después que un francotirador asesinara a 5 policías en Dallas el pasado 7 de julio. Ese mismo día se reportó que agentes del orden fueron agredidos en Tennessee, Georgia y Missouri.
Baton Rouge ha sido escenario de protestas contra la policía en las últimas semanas por las muertes de los ciudadanos afroamericanos Alton Sterling, en Louisiana, y Philando Castile, en Minnesota.