El Arzobispo de Denver (Estados Unidos), Mons. Samuel Aquila, aseguró que el 13 aniversario de los ataques terroristas contra Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001 es una oportunidad de llorar y honrar a aquellos que murieron, así como escoger el amor sobre el odio.
En su columna publicada hoy en el Denver Catholic Register, Mons. Samuel Aquila señaló que "el fruto de las personas que odian a su prójimo es que terminan odiando a Dios. Su religión se deforma y retuerce por su odio a su prójimo".
Nunca fue el propósito de que el odio y la muerte fueran parte de la creación, pero aparecieron cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios en el Jardín del Edén, llevando luego a la primera muerte, cuando Caín mató a su hermano Abel por envidia.