El Papa Francisco reestructuró la provincia eclesiástica de Belém do Pará en la Amazonía de Brasil y nombró 3 obispos allí.
El Santo Padre extinguió la Prelatura de Xingú y erigió con su territorio la Diócesis de Xingú-Altamira; también creó la Prelatura de Alto Xingú-Tucumã; y finalmente elevó la Diócesis de Santarém a Arquidiócesis, creando así la provincia eclesiástica de Santarém.
Para cada una de estas circunscripciones el Papa designó a su respectivo obispo.