El Papa Francisco volvió a pedir un mundo "sin armas nucleares" después de rezar el Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro.
Aprovechando la entrega del Premio Nobel por la Paz a la Campaña Internacional para abolir las armas nucleares, el Santo Padre hizo notar la coincidencia de este hecho con la Jornada de las Naciones Unidad para los Derechos Humanos. "Y esto subraya la fuerte unión entre lo derechos humanos y el desarme nuclear".
"Comprometerse en la tutela de la dignidad de todas las personas, de modo particular de aquellas más débiles y en desventaja, significa también trabajar con determinación para construir un mundo sin armas nucleares", afirmó.