Apenas duró media hora, pero fue uno de los encuentros más emotivos del Papa Francisco hasta la fecha. En la mañana del sábado, el Pontífice recibió en el Aula Pablo VI a cerca de 800 personas relacionadas con el problema del autismo. Muchas de ellas han participado estos días en un congreso internacional en Roma sobre este problema, que ha estado organizado por el Pontificio Consejo para los Operarios Sanitarios.
Desde temprano, los alrededores de la Plaza de San Pedro albergaron a cientos de familias, muchas de ellas con niños que tienen esta discapacidad y que asistirían poco más tarde al encuentro con el Papa. A las 11,30 horas, el Pontífice entró en el Aula Pablo VI y fue recibido con gritos de alegría y aplausos, sobre todo por los niños, al tiempo que se escuchaba de fondo una canción instrumental. Durante su recorrido por la zona central del gran auditorio, y hasta llegar al estrado, el Santo Padre se ha parado muchas veces para recibir regalos de los niños, saludarles y bendecirles.
Una vez que el Santo Padre tomó la palabra, agradeció a todos la participación en el encuentro "centrado en la oración y en el testimonio, junto a las personas afectadas de problemas de autismo, sus familias y las asociaciones del sector".