El Papa Francisco rezó a la Virgen María para que "podamos ser testigos de Cristo donde estamos, con una nueva vida, transformada por su amor".
Tras celebrar la Misa en la Basílica de San Pedro por la Solemnidad de la Epifanía del Señor, el Pontífice dirigió este 6 de enero el rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico Vaticano.
El Santo Padre recordó a los Magos "que vinieron de Oriente a Belén, siguiendo a la estrella, para visitar al recién nacido Mesías" y subrayó que el Evangelio de San Mateo relata que tras adorar a Jesús los Magos fueron "advertidos en un sueño de que no regresaran a Herodes" por lo que "regresaron a su país por otro camino".