El Papa Francisco afirmó que los cristianos, a diferencia de los fariseos, no deben avergonzarse de ser pecadores, ya que "Jesús vino a llamar a los pecadores, no a los justos", y por lo tanto reconocerse imperfectos "nos da la oportunidad de que Jesús venga a buscarnos".
El Santo Padre realizó esta afirmación durante la homilía de la Misa que celebró este viernes junto a los trabajadores del centro industrial del Vaticano, donde afirmó que "Jesús sabe en qué consiste el trabajo, lo entiende bien".
El Papa reflexionó sobre el Evangelio del día en el que se narra la vocación del apóstol San Mateo. Francisco recordó que Mateo era un publicano que se encargaba de recaudar impuestos para los romanos. Era considerado un traidor, y sin embargo Jesús le llama: "Jesús eligió un apóstol…, entre toda la gente, eligió al peor".