El Papa Francisco, hondamente preocupado por las dramáticas consecuencias del paso de los fenómenos "Ingrid" y "Manuel", además de dirigir un mensaje de consuelo y solidaridad a México, envió 100 mil dólares a través del Pontificio Consejo Cor Unum para ayudar a los damnificados.
Según informó la Conferencia Episcopal Mexicana la ayuda del Santo Padre será distribuida por medio de las diócesis de las zonas afectadas.
De esta manera, el Pontífice se suma a los esfuerzos de la Iglesia Católica en México, que desde el comienzo de la desgracia estuvo cerca de quienes han perdido a sus seres queridos y se quedaron sin hogar y sin patrimonio.