El Papa Francisco presidió por la noche, y como cada año, la misa de Navidad –también conocida en algunos países como Misa del Gallo– en la Basílica de San Pedro acompañado de miles de fieles. En la homilía que pronunció afirmó con rotundidad que el nacimiento de Jesús es el "acontecimiento que cambia para siempre nuestra historia".
El Pontífice celebró la solemne Misa a las 21:30 hora local, y después de proclamarse el Evangelio, pronunció una homilía breve en la que comparó la situación de la Sagrada Familia de Nazaret –que se vio obligada a huir y a dejar sus pocas pertenencias– con la de miles de personas que en nuestros días buscan refugio al escapar de los diferentes conflictos que hay en el mundo.
A pesar de ser obligados a dejar su tierra, José y María "en su corazón iban llenos de esperanza y de futuro por el niño que vendría" aunque "sus pasos iban cargados de las incertidumbres y peligros propios de aquellos que tienen que dejar su hogar". "Y luego se tuvieron que enfrentar quizás a lo más difícil: llegar a Belén y experimentar que era una tierra que no los esperaba, una tierra en la que para ellos no había lugar.", explicó Francisco.