Al término de la Misa conclusiva de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Cracovia 2016, el Papa Francisco presidió el rezo del Ángelus con los cientos de miles de jóvenes reunidos en el Campus Misericordiae y les aseguró que María les enseñará cómo hacer fecunda la experiencia que han vivido estos días en Polonia.
"Aquí, junto al altar, hay una imagen de la Virgen María venerada por Juan Pablo II en el santuario de Calvaria. Ella, nuestra Madre, nos enseña cómo la experiencia vivida aquí en Polonia puede ser fecunda; nos dice que hagamos como ella: no desperdiciar el don recibido, sino custodiarlo en el corazón, para que germine y dé fruto, con la acción del Espíritu Santo", señaló el Pontífice.
"De este modo –aseguró–, cada uno de ustedes, con sus limitaciones y fragilidades, podrá ser testigo de Cristo allá donde vive, en la familia, en la parroquia, en las asociaciones y en los grupos, en los ambientes de estudio, de trabajo, de servicio, de ocio, donde quiera que la providencia los guie en su camino".