El Papa Francisco sostuvo un extenso encuentro con los obispos del Perú, a quienes dirigió un especial discurso en el que los alentó a seguir el ejemplo de Santo Toribio de Mogrovejo, saliendo a las calles, dejando los escritorios y gastando la suela de los zapatos para conocer a sus ovejas.
Antes de su reflexión, el Pontífice recibió el saludo del Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani: "somos herederos de santos y, grandes santos, como Usted nos recordaba en sus palabras grabadas en Roma".
"Pido a Santa Rosa que nos brinde esa ternura para acoger a todos; a San Martín de Porres para que nos lleve a los más pobres y con la escoba para que barra bien nuestros corazones y todas nuestras acciones".