El Papa Francisco destacó que el don de la esperanza cristiana no decepciona y da sentido a la vida, durante la Misa celebrada en el día de la conmemoración de todos los fieles difuntos.
Este 2 de noviembre, el Santo Padre presidió la Eucaristía en la iglesia del Campo Santo Teutónico, cementerio que se encuentra en el interior de los muros de la Ciudad del Vaticano, a las 04:00 p.m. (hora local).
En su homilía pronunciada en forma improvisada, y no leída, el Pontífice recordó al personaje bíblico de Job, quien derrotado, casi habiendo terminado su existencia, a punto de morir, tuvo una certeza y dijo: "Yo sé que mi redentor está vivo… Yo veré a mi redentor, con estos ojos lo veré, lo veré yo mismo, mis ojos lo contemplarán y no otro".