El Arzobispo Sviatoslav Shevchuk, Primado de la Iglesia greco-católica ucraniana, denunció que los dos sacerdotes detenidos por el ejército ruso en Berdiansk (Ucrania) están "siendo torturados sin piedad".
"Ayer hubo un informe de que los torturan sin piedad. Según los clásicos métodos estalinistas de represión, se les están extrayendo confesiones de crímenes que no cometieron. Están en peligro de muerte todos los días", dijo el Patriarca el 1 de diciembre.
El 16 de noviembre, al P. Ivan Levystky, abad del templo Natividad de la Santísima Virgen María, y al P. Bohdan Geleta, su vicario, se les acusó por poseer armas, municiones y libros sobre la historia de Ucrania en un edificio parroquial.