En lo que sus abogados han considerado una victoria de la libertad de expresión, un empresario dueño de una imprenta que se negó a realizar camisetas para una marcha del orgullo gay en Kentucky (Estados Unidos), ganó la batalla contra el lobby homosexual.
Un juzgado de apelaciones Kentucky falló el 12 de mayo a favor de la libertad de expresión de Blaine Adamson, un empresario cristiano sancionado por una Comisión de Derechos Humanos local por negarse a realizar camisetas con mensajes a favor de la agenda gay.
"Los estadounidenses siempre deberían tener la libertad de creer, la libertad de expresar esas creencias y la libertad de no expresar ideas que violarían su conciencia", dijo Jim Campbell, consejero senior de Alliance Defending Freedom (ADF), organización a cargo de la defensa de Blaine.