La Corte Suprema de Estados Unidos escuchó los argumentos orales en el caso de un hombre que busca rezar con su pastora mientras es ejecutado y, según un experto legal, el caso puede no ser tan sencillo como podría parecer.
John Henry Ramírez, de 37 años, inicialmente iba a ser ejecutado el 8 de septiembre en la Penitenciaría del Estado de Texas en Huntsville. Sin embargo, no se llevó a cabo debido a que la Corte Suprema decidió intervenir para conocer su caso.
Ramírez busca que la pastora Dana Moore, de la Segunda Iglesia Bautista en Corpus Christi (Texas), esté presente con él y le imponga las manos mientras recibe la inyección letal. Se le dijo que esto no sería posible y que no se permitiría el acercamiento de su líder religiosa.