El Comité de Bioética insiste en que la objeción de conciencia no puede darse en los momentos iniciales del proceso, porque el objetivo del médico es "intentar averiguar y discernir las causas que conllevan a dicha petición de resolución y paliación".
"Resulta obligado que el médico responsable de ese enfermo concreto le exprese, ya desde el principio de su relación clínica, que él/ella es (o no) objetor de conciencia para la realización de la prestación que le solicita, pero, al mismo tiempo, asegurarle que le va a acompañar en todo el proceso de deliberación en la fase final de su existencia", señalan.
El diario ABC señala que esta actitud y comportamiento del facultativo es para el comité "básica, crucial e irrenunciable", pues de esa forma "el paciente no percibe sensación de abandono por parte de su médico de confianza y, en principio, no se produce omisión del deber de cuidado respecto a la información y la comunicación".
Durante los 28 días disponibles entre la petición de morir al médico hasta que el médico consultor comprueba la historia clínica que se cumplen las condiciones para la aplicación de la eutanasia es necesaria "la movilización de todos los recursos posibles y disponibles, para ayudar a clarificar las preferencias del paciente y poder adoptar decisiones compartidas".