22 de enero de 2017 / 03:48 PM
Cada vez que hay marchas estudiantiles y otras en general, la Iglesia de la Gratitud Nacional en Santiago de Chile es blanco de ataques, con resultados brutales para la fe y el patrimonio histórico del país. Sin embargo, esa situación parece estar tomando un camino de conciencia y reparación.
Además de los constantes rayados en sus muros exteriores, desde mayo de 2015 los vitrales que tienen vista a la avenida Alameda quedaron rotos por las piedras lanzadas por estudiantes.
En junio de 2016, los estudiantes sustrajeron del interior del templo una imagen de un Cristo Crucificado, destrozándola en plena vía pública.