El Director del Centro Internacional de "Sindonología" de Turín, Bruno Barberis, señala que tras rigurosas investigaciones y experimentos la ciencia no logra comprender la naturaleza de la Sábana Santa.

La Sábana Santa, también conocida como la Síndone, es el trozo de tela que envolvió el cuerpo de Jesucristo tras su crucifixión. El tejido tiene impreso el rostro y el cuerpo maltratados de un hombre que coincide con la descripción de su pasión.

Barberis señaló en una entrevista concedida a ACI Prensa que para él, la Síndone "es realmente un desafío para la inteligencia humana".

"Es uno de los objetos más interesantes del mundo, porque hemos obtenido grandes avances, pero de cara a un simple tejido y la formación de una imagen, somos incapaces de comprender", añadió.

Los científicos consiguieron viajar a otros planetas e incluso clonar a seres vivos, pero para ellos, la Sábana Santa sigue siendo un misterio, y por el momento, solo la Iglesia y su historia tienen la respuesta.

Según la historia de la Iglesia, los primeros cristianos llevaron consigo la Sábana para preservarla de la persecución. Desde Jerusalén y a lo largo de los siglos, atravesaron Edesa, Constantinopla, Atenas, Lirey, Chambery y finalmente, llegaron a Turín, donde hoy día, ha sido objeto de numerosas investigaciones, y donde han encontrado que este recorrido descrito por la historia de la Iglesia, coincide con la procedencia de los 57 tipos de polen que aparecen incrustados en el tejido.

"Está claro que un cuerpo normal no puede dejar una imagen de este tipo en un tejido, y se han hecho muchas hipótesis con el fin de conseguir la formación de una imagen del mismo tipo. Se han hecho muchos experimentos que trataron de reconstruir esta imagen con las misma características de formación, pero desafortunadamente, ninguno de ellos fue capaz de obtener una imagen con las mismas características de la Síndone", explica Barberis.

Las pruebas con Carbono 14 (C-14) no son válidas

Durante su permanencia en Francia, en el año 1632, la Sábana fue recuperada de a un incendio en Francia. Esto no permite a los científicos de hoy día datar con seguridad su origen, ya que los cambios químicos que se producen en una reacción química como la combustión, falsean los resultados de la prueba de datación con Radio C-14.

"El problema de la prueba de datación del Radio Carbono es que puede recibir polución biológica y química, y por ejemplo un incendio, puede aumentar la edad de un tejido en varios siglos, por tanto, esta prueba queda descartada a la hora de encontrar la edad real del tejido".

Estudios en tejidos del siglo primero expuestos a las mismas condiciones físicas y químicas que sufrió la sábana, demostraron que tras la prueba de C-14, variaban su datación en diversos siglos, además con resultados muy cercanos a los probados en la Sábana Santa, cuya datación la situarían en el siglo decimocuarto después de Cristo.

En base a esto, dar una explicación científica es lo "más difícil para nosotros", refiere Barberis.

"No sé si en el futuro se logrará dar, pero por el momento, las investigaciones físicas y químicas no pueden imaginar siquiera la formación de construir de manera real una imagen con las mismas características".

"No somos capaces de reproducirla", concluye el experto.

Barberis dio estas declaraciones en el marco del Congreso "Síndone y Fe ¿Un diálogo posible?", celebrado en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma el pasado 17 de abril, en el que también participaron entre otros el Arcipreste para la Basílica de San Pedro del Vaticano, Cardenal Angelo Comastri; y el Presidente para la Comisión Diocesana de la Síndone en Turín, Mons. Giuseppe Ghilberti.