Cuando era uno de los magistrados de la Corte Constitucional de Colombia, Humberto Antonio Sierra Porto fue uno de los jueces que abrió las puertas a la despenalización del aborto en ese país.
Elizabeth Odio Benito, actual presidenta de la Corte IDH, ha defendido que "la decisión de interrumpir un embarazo es una libertad de escoger que debe garantizársele a una mujer en determinadas circunstancias".
Cuando fue ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina, Eugenio Raúl Zaffaroni se mostró favorable a despenalizar el aborto al menos hasta el tercer mes de gestación.
La única excepción entre los magistrados es el chileno Eduardo Vio Grossi, que ha defendido que la concepción, en el marco de la Convención Americana de Derechos Humanos, debe ser entendida "como la fecundación del óvulo por el espermatozoide".
¿Cómo afectaría a El Salvador un fallo a favor del aborto?
Para Alfonso Aguilar, lo que "debemos esperar" de la sentencia de la Corte Interamericana "es un ataque al derecho a la vida consagrado en la Convención Americana y también un ataque a los derechos humanos".
Sin embargo, subrayó, "hay que aprovechar este caso para recordar a las autoridades de El Salvador y en toda la región que, de acuerdo a la Convención Americana, una opinión de la Corte no es automáticamente ejecutable".
"Aun si ellos dicen que tienen que legalizar el aborto, poner una reforma para legalizar el aborto, la única manera de ejecutarlo es a través de legislación", remarcó.
"O sea que requiere acción legislativa en El Salvador. Si los legisladores salvadoreños deciden no hacerlo, ahí quedó la sentencia", añadió.
Aguilar recordó que "lo único que es automáticamente ejecutable es, por ejemplo, la compensación monetaria. Y se ha pedido como medio millón de dólares para la familia de esta mujer".
"Aunque la sentencia sea a favor del aborto, para establecer esta reforma, para legalizar el aborto, se requeriría acción legislativa", reiteró.
"Y ahí es que los legisladores tienen su derecho soberano", señaló.
David Ramos
Graduado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Privada del Norte en Trujillo, Perú. Con más de 12 años de experiencia en periodismo católico trabajando en ACI Prensa, estoy radicado en México desde 2018. He cubierto los viajes del Papa Francisco a Ecuador, Paraguay, México, Colombia, Chile, Perú y Panamá.