El domingo 15 de abril fue beatificado en Madagascar el maestro y padre de familia Lucien Botovasoa, quien antes de morir perdonó a sus asesinos y profetizó la conversión del rey que lo condenó a muerte.
Sobre el nuevo beato y padre de ocho hijos, el Papa Francisco dijo que es "un coherente testimonio de Cristo hasta el don heroico de la vida. Arrestado y asesinado por haber manifestado su voluntad de permanecer fiel al Señor y a la Iglesia, representa para todos nosotros un ejemplo de caridad y de fortaleza en la fe".
En la homilía de la Misa, leída por el Cardenal Maurice Piat, Obispo di Port-Louis, y preparada para la ocasión por el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, se recordó el importante legado del nuevo beato.