Tras calificar al aborto como "el desafío de derechos humanos más urgente de nuestro tiempo", el Arzobispo Salvatore J. Cordileone mencionó la excomunión de prominentes segregacionistas católicos a principios de la década de 1960 como un ejemplo de una respuesta legítima a los políticos católicos que apoyan "un gran mal moral".
En un artículo de opinión publicado en el Washington Post el domingo 5 de septiembre, el líder de la Arquidiócesis de San Francisco (Estados Unidos) rechazó las recientes declaraciones de políticos católicos que denunciaron la nueva ley estatal en Texas que prohíbe los abortos después de seis semanas de embarazo.
El artículo de opinión no menciona a ningún político por su nombre, y no llega a defender la excomunión de ningún político a favor del aborto en específico. El presidente Joe Biden y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que viven en la Arquidiócesis de San Francisco, se encuentran entre los líderes políticos católicos que se han manifestado enérgicamente contra la ley de Texas.